Estar diseñado para el conjunto de la plantilla, no está dirigido exclusivamente a las mujeres.
Adoptar la transversalidad de género como uno de sus principios rectores y una estrategia para hacer efectiva la igualdad entre mujeres y hombres. Ello implica incorporar la perspectiva de género en la gestión de la empresa en todas sus políticas y a todos los niveles.
Tener como uno de sus principios básicos la participación a través del diálogo y cooperación de las partes (dirección de la empresa, parte social y conjunto de la plantilla)
Ser preventivo eliminando cualquier posibilidad a futuro de discriminación por razón de sexo.
Ser dinámico y abierto a los cambios en función de las necesidades que vayan surgiendo a partir de su seguimiento y evaluación.
Ser un compromiso de la empresa que garantizará los recursos humanos y materiales necesarios para su implantación, seguimiento y evaluación.
Ser sistemático y coherente, al entender que el objetivo final del plan se consigue a través del cumplimiento de objetivos sistemáticos que poco a poco, se irán integrando en la Entidad.
Ser flexible, ya que busca el equilibrio entre las necesidades de la plantilla y las posibilidades de la empresa.
Temporal, al tener un principio y un final ligado al cumplimiento de los objetivos marcados.