El papel cumple un rol fundamental en nuestra vida diaria. Está presente casi en todos los momentos del día de una persona. Un ciudadano consume alrededor de 176 kg de papel al año.
Los impactos ambientales que se generan en la producción de papel están asociados al consumo de agua, energía y materia prima (madera o fibra reciclada). Por ello, suponen un consumo de recursos forestales, la generación de residuos contaminantes para el agua y la atmósfera (CO2, compuestos de azufre...). En la fabricación de un solo paquete de DIN A4 “blanco” se necesitan 262 litros de agua, 15 kWh de energía y 3 kg de madera.
Entre todos podemos frenar un poco el impacto ambiental. Por ello es importante que conozcamos de qué forma podemos contribuir en la reducción del consumo y las formas adecuadas de reciclaje.
Consejos prácticos
- Antes de imprimir en un papel, piensa bien si es necesario hacerlo.
- Para el envío de documentos, utiliza preferentemente el correo electrónico o las carpetas compartidas en vez de la impresión en papel.
- Siempre que sea posible, imprime por las dos caras.
- Es conveniente revisar los documentos en pantalla antes de enviarlos a la impresora.
- Evita usar papel nuevo para borradores, notas, … etc.
- Para el correo interno, usa los sobres puestos a disposición por la organización que sirven para realizar múltiples envíos.
- Solicita el material imprescindible y evita stocks innecesarios de papel, carpetas, cajas para embalajes, blocs de notas, sobres, etc.
- Procura dar uso adecuado a los diferentes tipos de papel en cuanto a la calidad y formato de la hoja que vamos a usar sobre todo cuando hay que imprimir gran cantidad de documentos para envío a clientes, proveedores o empresas.
- Debemos tener como predeterminada la impresión a blanco y negro.
Reciclaje del papel
Además de ajustar el consumo de papel en nuestras tareas diarias, debemos contribuir a la protección medioambiental reciclando correctamente el papel que hemos generado.
En definitiva, debemos reciclar el papel porque salvamos bosques, ahorramos energía, ahorramos agua, reducimos la sobrecarga de residuos y evitamos el derroche económico.
Por todo ello debemos habituarnos a seguir unas pautas correctas de reciclaje y separación de residuos:
- Usa papel reciclado para notas personales, borradores, etc. siempre que no contengan datos que puedan identificar a una persona en alguna de sus caras.
- Si los embalajes, bolsas de papel o cajas, no van a reutilizarse doblarlos y plegarlos para reducir su volumen. Llévalas al punto de reciclaje habitual.
- Recicla periódicos, libros y revistas.
- Programa periódicamente una revisión y limpieza de cajones y armarios.
- Hacer uso de los contenedores de documentación confidencial o destructoras cuando el papel contenga datos personales en alguna de sus caras.
- En áreas sanitarias, si el papel o cartón no tiene restos biológicos o contaminantes no debe echarse en los contenedores para residuos sanitarios.