La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como “...un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. La propia definición incluye a la actividad laboral como un indicador más de una adecuada salud y bienestar.
El entorno laboral se define como un lugar esencial en el que atender a los factores determinantes en la salud mental de sus trabajadores, cuidar y promocionar con diciones de trabajo que permitan entornos saludables, y atender adecuadamente y apoyar a los trabajadores con alteraciones emocionales. Los factores psicosociales del trabajo son claves en este proceso.
Las consecuencias y costes de los problemas de salud mental en los lugares de trabajo afectan a las organizaciones y a sus trabajadores. Suponen pérdidas de productividad, así como problemas de absentismo y prolongación de los periodos de baja laboral. Influye directamente en la satisfacción y bienestar de los trabajadores, en su vulnerabilidad ante posibles riesgos laborales y en la merma de los recursos personales para el manejo de los mismos, así como en el afrontamiento y recuperación del estrés.
El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo se centrará en abordar cómo cuidar la salud mental de las personas trabajadoras en cualquier etapa de su vida laboral, desde el inicio hasta su finalización. Y es que el desarrollo de un Plan de Promoción de la Salud Mental en los lugares de trabajo permitirá:
🤝 Hoy, 10 de diciembre, celebramos el Día de los Derechos Humanos, que son la base de las sociedades pacíficas, justas e inclusivas. ¡Movilicémonos por ellos! 🙌