A raíz de la crisis sanitaria provocada por la propagación del COVID-19, miles de empresas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades laborales y sanitarias, decidieron, de acuerdo con los trabajadores, implementar el teletrabajo. Esta opción ha supuesto “trasladar” muchas de las oficinas de España a las casas de los trabajadores.
El pasado 23 de septiembre de 2020, el Gobierno publicó el Real Decreto Ley 28/2020, de 22 de septiembre, que regula de forma oficial el trabajo a distancia en España. Esta forma de trabajo ha demostrado tener algunas ventajas, como la disminución de accidentes in itinere, la flexibilidad horaria o la deslocalización, ya que puede revertir la despoblación que sufren algunos territorios. Sin embargo, tener la oficina en casa también genera una serie de riesgos que deben ser contemplados.
Según la normativa publicada, el teletrabajo es aquel trabajo a distancia que se lleva a cabo mediante el uso exclusivo o prevalente de medios y sistemas informáticos, telemáticos y de telecomunicación.
El teletrabajo es cualquier forma de sustitución de desplazamientos relacionados con el trabajo mediante tecnologías de la información. Se trata de acercar el trabajo a los trabajadores, en lugar de llevar a los trabajadores al lugar de trabajo.
Resumiendo, podemos hablar de teletrabajo si se dan dos circunstancias:
Según el artículo 15 del Real Decreto Ley 28/2020, las personas que trabajan a distancia tienen derecho a una adecuada protección de la seguridad y la salud en el trabajo. Para ello, en la evaluación de riesgos deberán tenerse en cuenta los riesgos específicos de esta modalidad de trabajo, poniendo especial atención a los factores psicosociales, ergonómicos y organizativos. La evaluación de riesgos únicamente tendrá en cuenta la zona habilitada para realizar el trabajo y, para ello, si fuera necesario, el trabajador podría autorizar la visita de un técnico a su domicilio.
Entre los principales riesgos a los que se encuentra expuesto un teletrabajador, se pueden destacar los siguientes:
Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, los trastornos musculoesqueléticos son una de las dolencias de origen laboral más habituales. Estos trastornos afectan a millones de trabajadores en toda Europa y suponen un coste de miles de millones de euros para las empresas. Abordar los TME ayuda a mejorar la vida de los trabajadores, pero también redunda en beneficio de las empresas.
Por lo general, estos trastornos no tienen una sola causa y, a menudo, son el resultado de combinar varios factores de riesgo, como factores físicos y biomecánicos, factores organizativos y psicosociales, así como factores individuales.
Entre los factores de riesgo físicos y biomecánicos, cabe destacar:
Entre los factores de riesgo organizativos y psicosociales, cabe destacar:
En general, todos los factores psicosociales y organizativos (especialmente cuando se combinan con los riesgos físicos) pueden producir estrés, fatiga, ansiedad u otras reacciones, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de padecer TME.
Si has tenido que trasladar la oficina a tu casa, es importante prestar atención a aspectos como:
Para evitar los trastornos musculoesqueléticos es fundamental un buen diseño ergonómico de tu puesto de trabajo, atendiendo a aspectos como:
En la mesa, pon el ordenador en el centro de tal manera que no tengas que hacer giros con la espalda o forzar las cervicales. El monitor de la pantalla debería estar a la altura de tus ojos. Existen pequeñas soluciones como, por ejemplo, poner unos paquetes de folios para hacer que el monitor esté a la altura adecuada o poner algún tipo de soporte a la altura de los pies para hacer las funciones de reposapiés.
Si tu herramienta de trabajo es un ordenador portátil, deberías conectarle un teclado independiente y un ratón y poner el portátil de tal manera que la pantalla se sitúe a la altura de los ojos. De esta manera, mejorarás tu postura ergonómica evitando riesgos musculoesquéleticos.
Si tienes que trabajar mucho rato con el ratón, este debe ser lo suficientemente grande como para que la palma de la mano pueda reposarse en él. Si eres zurdo, coloca el ratón a la izquierda y cambia el accionamiento de los botones en el menú de configuración de tu ordenador, siempre que sea posible.
En la mesa de trabajo, es importante saber cómo disponer los objetos de oficina.
Si utilizas teléfono móvil para las comunicaciones, es importante que utilices los auriculares. De esta manera, tendrás libertad de movimientos y evitarás posturas forzadas en la zona de las cervicales.
En cuanto a la fatiga visual, al trabajar con pantallas de visualización de datos (PVD’s), debe ser considerada como un riesgo importante. Para evitar la fatiga visual, hay que tener en cuenta:
La postura sentada es la posición de trabajo más confortable, ya que ayuda a reducir la fatiga corporal, disminuye el gasto de energía e incrementa la estabilidad en las acciones desarrolladas. Sin embargo, esta postura también puede resultar perjudicial para la salud si no se tienen en cuenta los elementos que intervienen en la realización del trabajo, principalmente, la silla y la mesa o el plano de trabajo y si no se dispone de la posibilidad de cambiar de posición de vez en cuando.
Lo adecuado en estos casos es ir alternando de postura, pero si esto no es posible, cada hora de trabajo sentado debería suponer un descanso de cinco minutos en los que el trabajador debe aprovechar para realizar algunos ejercicios de estiramientos y/o caminar.
Ejemplos de ejercicios:
Te animamos a consultar nuestros videos en los que nuestros fisioterapeutas te muestran cómo realizar sencillos ejercicios para estirar aquellas zonas en las que se acumula fatiga postural.
También puedes consultar algunos pósteres, como por ejemplo:
Relajación para momentos de estrés
Debido a la gran cantidad de horas que pasamos delante del ordenador, de la pantalla del teléfono móvil, de la tableta, etc., en las últimas décadas, cada vez más trabajadores sufren molestias oculares debido al esfuerzo excesivo a los que se ven sometidos los músculos de los ojos. Normalmente, estas molestias suelen aparecer al final del día.
Medidas preventivas:Los factores relacionados con la aparición de cansancio incluyen la concentración visual en un objeto durante largo tiempo (por ejemplo, la pantalla del ordenador), la mala iluminación y el paso de luz natural a luz artificial, los centelleos o las oscilaciones y movimientos de imágenes en una pantalla.
Ejercicios oculares:
Desde el punto de vista psicosocial, el hecho de que la persona teletrabajadora trabaje sola desde su casa, lleva asociado una serie de posibles riesgos que pueden derivar en diversas patologías, como el estrés.
El estrés laboral es una de las principales consecuencias de la exposición a riesgos psicosociales. Hoy en día, se trata como un problema colectivo y no individual que puede afectar a todos los trabajadores, de todas las categorías y profesiones. Además, el estrés laboral tiene efectos sobre la salud, tanto física como mental, pero también sobre cómo se realiza el trabajo, el rendimiento y productividad. EL RDL 28/2020 sobre trabajo a distancia establece una serie de derechos para el trabajador, como el derecho al horario flexible, el derecho al registro horario adecuado, a la intimidad y protección de datos, así como el derecho a la desconexión digital.
Para intentar evitar el estrés laboral, se deben tener en cuenta distintas consideraciones, como por ejemplo:
Nota: Las recomendaciones incluidas en el presente documento están en continua revisión en función de la evolución y nueva información que se disponga de la infección por el nuevo coronavirus (2019-nCoV.) Desde Mutua Balear queremos colaborar en la difusión de fuentes veraces de información sobre esta enfermedad y las medidas a adoptar para frenar su contagio.
Última actualización: 21/10/2020
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