Cada herramienta debe utilizarse para su fin específico; ni las llaves son martillos ni los destornilladores cinceles.
Las herramientas manuales deben conservarse limpias y en buen estado, verificándolas periódicamente; sustituyendo, de forma inmediata, las que se encuentren en mal estado.
Los mangos deben estar en buen estado sólidamente fijados, y si no sustituirlos.
Las rebabas son peligrosas en las herramientas. Hay que eliminarlas antes de usarlas.
Trabajando en altura, las piezas deben llevarse o depositarse en recipientes o bolsas que impidan su caída.
Al hacer fuerza con una herramienta, se debe tener en cuenta la trayectoria de la mano o del cuerpo, para prevenir lesiones en caso de que se escapara la herramienta.
No dejar las herramientas encima de elementos de máquinas que puedan ponerse en movimiento.
Las herramientas no deben transportarse en los bolsillos de la ropa ni en la mano. Se llevarán en cajas o maletas portaherramientas, con los filos o puntas protegidos.
Al final de la jornada las herramientas han de recogerse de forma ordenada y depositarse en los lugares previstos a tal efecto.
Cuando no se utilicen herramientas manuales de corte, (cuchillo, sierra, … ) deben guardarse en estuches o fundas, para evitar que la hoja de corte pueda producir alguna lesión durante su transporte o manipulación. Además deberán mantenerse bien afiladas para su correcto rendimiento.
Durante el uso de martillos, mazas, cinceles y cortafríos, y otras herramientas manuales con peligros de proyecciones de partículas, se usarán caretas o gafas de seguridad.